sábado, 17 de octubre de 2009

Aviso para navegantes: webs, blogs, foros...

Hoy cambio un poco el chip. En esta entrada no voy a hablar de libros ni a ofreceros información sacada de ellos, hoy toca hablar de Internet.

Cuando uno empieza a interesarte por el tema del paganismo, una de las primeras fuentes a las que recurre es Internet, porque piensa que todo el conocimiento humano está contenido en la Wikipedia y San Google. La red nos posibilita el acceso a información remota a la que, de otra forma, sería muy difícil tener acceso; en este aspecto, es nuestra aliada, pero no hay que olvidar que también tiene aspectos negativos.

En los últimos años, con el creciente interés por el paganismo, proliferan espacios en Internet con contenidos relacionados con este tema, por ello se hace necesario dar algunos consejos básicos a quienes empiezan a buscar en la red para que no terminen desinformados.

Entre esos espacios podemos distinguir páginas web, blogs, comunidades virtuales tipo "msn groups", publicaciones periódicas digitales más o menos profesionales y foros. Es importante que el internauta sepa qué puede esperar de cada uno de estos formatos y aprenda a distinguir la información fiable de la charlatanería.

De todos esos formatos, posiblemente la web y las publicaciones periódicas sean los más fiables. ¿Por qué? Simplemente porque debe haber alguien (una persona o un grupo de personas físicas) que se responsabilice de los contenidos allí publicados. Evidentemente, no tendrá la misma credibilidad una página web casera de una quinceañera obsesionada con los egipcios que la de una institución, asociación o autor reconocido; por eso es importante saber quién está detrás de la información. Al descubrir un nuevo site lo primero es leer la presentación o credenciales de su autor o autores. Desconfiad por sistema de aquellos sitios donde los autores no se identifican o no facilitan algún medio para contactar con ellos. Un ejemplo de publicación periódica interesante y fiable es http://www.revista-wicca.com.ar/

En segundo lugar encontramos los blogs. Los blogs son obra de un usuario (o varios, si está abierto a colaboraciones, como en el caso de Gaia RPS). Su fiabilidad dependerá de quién sea el usuario, qué tipo de contenidos publique, cuáles sean sus fuentes (si las tiene), etc. Los blogs sobre paganismo pueden ser muy variados, desde informativos (como en principio pretende ser este) hasta de opinión, de bitácora o diario, artísticos, literarios... incluso comerciales, como los de quienes se dedican a ofrecer sus servicios "mágicos" o adivinatorios previo pago por pay pal. Cuando buscamos información en un blog debemos ver primero qué orientación y qué tipo de contenidos ofrece. Si, por ejemplo, se limita a publicar rituales de creación propia... tomémoslo con precaución.

Al igual que en las webs, es interesante ver si se especifican las fuentes de la información publicada y si el autor del blog se identifica convenientemente o, al menos, permite alguna forma de contacto con él.

Respecto a las comunidades virtuales, poco hay que decir. Vienen a ser algo entre el foro de discusión y la lista de distribución de noticias. Están formadas por usuarios de todo tipo, procedencia, inquietudes, formación e intereses, así que nos podemos encontrar de todo (bueno, malo y muy malo). Es frecuente que en ese tipo de comunidades entre gente sin mucha idea del tema, con poco estudio y poca experiencia a sus espaldas; y, desgraciadamente, también usuarios que solamente buscan crear confusión. El nick name es una máscara que permite decir casi cualquier cosa sin tener ningún tipo de responsabilidad. Por tanto, toda información sacada de una comunidad virtual deberíamos cogerla con pinzas y, de entrada, no creérnosla hasta que no la contrastemos con otras fuentes que sí sean fiables.

Por último, uno de los espacios virtuales a los que más suele recurrir la gente cuando está comenzando en el paganismo es el foro. Los foros pueden dar grandes satisfacciones y grandes disgustos. Su parte más positiva es que permiten a los usuarios entrar en contacto con otros paganos y compartir con ellos dudas, ideas, información, contenidos, etc. Además, son muy útiles para conocer gente de la misma ciudad o región y poder iniciar un contacto real, no virtual. En general, es muy gratificante poder sentarte en un bar con alguien que comparte tus mismos intereses y poder charlar sobre ello, ¿no? De un foro pueden salir grupos de estudio, amistades y relaciones personales muy enriquecedoras.

La parte negativa de los foros es que, al igual que en las comunidades virtuales, hay gente de todo tipo. En un foro podemos encontrar usuarios que hayan estudiado y practicado mucho y, por tanto, tengan conocimientos amplios sobre los temas de los que hablan; pero también gente que por haber leído dos libros se cree mejor druida que Panorámix o se hace llamar supremo sacerdote de no sé qué. También, desgraciadamente, hay gente que cree que su conocimiento (sea mucho o sea poco) le da derecho a despreciar a los otros usuarios, de tal modo que es relativamente frecuente que en los foros termine generándose mal ambiente. Por otra parte, los llamados "trolls" son usuarios que entran a los foros con la firme intención de sembrar cizaña y reventarlos; en ocasiones, logran su cometido y un buen foro se convierte en una batalla campal y termina cerrando. Por último, debido al aumento considerable en el número de foros disponibles sobre paganismo y wicca, es fácil observar las tensiones entre administradores y moderadores de distintos foros; las envidias, la "competencia" y las rencillas personales suelen contaminarlos y provocan el desencanto de los usuarios.

En cuanto a los contenidos que podemos encontrar en los foros, lo que se comparte, al fin y al cabo, son opiniones, por lo que deberíamos tomarnos con precaución lo que podamos leer en ellos. Está muy bien que alguien nos recomiende, por ejemplo, una meditación o un ritual de limpieza para el hogar que a él le ha funcionado, pero recordemos que es algo que le ha ido bien a esa persona, no tiene por qué funcionarle a todo el mundo. Nadie tiene la verdad absoluta ni es probable que haya una única respuesta a nuestra pregunta. Fiémonos de verdad solamente cuando se dice de dónde ha salido la información y qué experiencias la avalan y, sobre todo, cuando nosotros mismos podamos comprobarla.

¿Por qué insisto tanto en la importancia de citar las fuentes? Porque, aunque esas mismas fuentes puedan ser también cuestionables (un libro, otra página web, un artículo científico... siempre pueden ser discutidos), al menos nos permiten ver que quien reproduce la información se ha molestado en buscar, leer y asimilar. Tener la referencia nos posibilita ir al origen de la información, consultarla de primera mano, compararla con otras y sacar nuestras propias conclusiones.

En resumen: cuidado con todos aquellos espacios virtuales en los que no sabemos quién es el autor ni podemos contactar con él, cuidado con la información en la que no se citan las fuentes, cuidado con la gente que aparenta saber mucho y que impone sus opiniones, cuidado especialmente con todo aquel que quiera cobrarte por compartir sus conocimientos.

No os creáis nada de lo que se publica en Internet sin contrastar la información y, por supuesto, no os creáis lo que leéis en este blog solo "porque yo lo valgo".

2 comentarios:

  1. muy buen articulo. serio, responsable y sobre todo maduro. gracias por enseñarnos.

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  2. Gracias por tus palabras, Meskala. Pero yo no enseño a nadie, solo comparto con los demás lo poquito que sé. Lo mejor de este camino es aprender los unos de los otros. Un saludo.

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