El próximo miércoles 2 de diciembre celebramos el esbat de la luna del roble. El roble, árbol sagrado para los celtas, simboliza la fuerza terrenal y espiritual con sus profundas raíces, arraigadas en la tierra, y con sus ramas que se estiran a lo alto y ancho. En invierno el roble parece muerto, pero sigue en pie a pesar de lo adverso de la estación, recordándonos que el retorno del dios Sol está próximo.
Esta luna marca una época para crecer en la oscuridad, buscando nuestras raíces, y para compartir con nuestros seres queridos. Los regalos que ofreceremos dentro de unos días, en Yule, son muestras de paz, amor y protección que refuerzan las relaciones personales.
(Adaptado de La agenda de las brujas 2009, Llewellyn).
domingo, 29 de noviembre de 2009
domingo, 8 de noviembre de 2009
El gran libro de la magia con velas
Nuevamente vamos a ofrecer una reseña crítica, en esta ocasión sobre un libro de prácticas mágicas.
La magia del fuego es una de las más sencillas y a la vez más efectivas. En este tipo de magia la energía que manejamos es visible y material, pues es la energía del propio fuego. Evidentemente, es un tipo de magia en el que hay que tomar ciertas precauciones materiales para evitar accidentes y quemaduras. Debe realizarse siempre teniendo en cuenta unas medidas de seguridad básicas.
En El gran libro de la magia con velas. Hechizos, encantos, rituales y adivinaciones de Patricia Telesco (Barcelona, 2006, Ediciones Obelisco) se pretende ofrecer un manual sencillo para conocer y manejar las velas con fines mágicos.
Incluye un prólogo sobre los usos históricos, tradicionales y terapéuticos (en aromaterapia) de las velas así como un breve "recetario" para elaborar de forma casera nuestras propias velas, recetario que sin las correspondientes ilustraciones resulta poco útil.
Más interesante es el capítulo dedicado a la adivinación con velas, a través de la llama (piromancia), por la interpretación de las formas de la cera (ceromancia) o mediante el prendido de algún objeto, generalmente papel (causinomancia).
En cuanto al apartado de "Hechizos y encantos" hay que decir que es muy básico, pero que puede ser útil para quien está empezando. No ofrece hechizos como tales, sino instrucciones para el cuidado, la preparación y el uso mágico de las velas. Tan solo es cuestionable la tabla de correspondencias de los colores con sus intenciones y finalidades, donde siempre es aconsejable guiarse por la propia intuición.
El capítulo de rituales ofrece un repertorio que es más bien de hechizos (los que deberían haberse recogido en el apartado anterior). Podría decirse que se trata de la denominada "magia de cocina": magia muy sencilla, con elementos al alcance de la mano en cualquier casa. Es útil, pero siempre hay que recordar que un hechizo ajeno debe adaptarse a las propias circunstancias y necesidades, personalizándolo tanto como sea necesario.
Por último, dedica un apartado a las velas y el Feng-Shui y otro a las correspondencias con los dioses de distintas mitologías. No soy ninguna experta en ninguna de las dos materias, pero aconsejo comprobar estos datos en fuentes especializadas antes de aplicarlos en ninguna práctica mágica.
Destaca la selección bibliográfica que ofrece el libro al final, ya que permite profundizar en muchos de los aspectos tratados en él.
Como punto negativo debo mencionar la mixtura de elementos de distinta procedencia. Ciertamente, la magia con velas puede ser practicada por cualquier persona independientemente de sus creencias religiosas, de su conocimiento previo sobre la magia o del tiempo que lleve practicando. Pero, por eso mismo, sería más provechoso un enfoque neutro, que deje abierto el uso de las velas a cualquier posibilidad, en lugar de traer a colación a los dioses de distintos panteones, ángeles y arcángeles cristianos, tradiciones orientales... Ya se sabe que el que mucho abarca, poco aprieta y aquí, por intentar abarcarlo todo, la información sobre todos estos elementos es pobre y puede dar pie a confusiones.
En resumen: hay partes aprovechables, muy sencillas en su planteamiento y que pueden ser una guía útil para iniciarse en la magia con velas, mientras que hay otras que es mejor tomar con precaución y contrastar por otros medios.
La magia del fuego es una de las más sencillas y a la vez más efectivas. En este tipo de magia la energía que manejamos es visible y material, pues es la energía del propio fuego. Evidentemente, es un tipo de magia en el que hay que tomar ciertas precauciones materiales para evitar accidentes y quemaduras. Debe realizarse siempre teniendo en cuenta unas medidas de seguridad básicas.
En El gran libro de la magia con velas. Hechizos, encantos, rituales y adivinaciones de Patricia Telesco (Barcelona, 2006, Ediciones Obelisco) se pretende ofrecer un manual sencillo para conocer y manejar las velas con fines mágicos.
Incluye un prólogo sobre los usos históricos, tradicionales y terapéuticos (en aromaterapia) de las velas así como un breve "recetario" para elaborar de forma casera nuestras propias velas, recetario que sin las correspondientes ilustraciones resulta poco útil.
Más interesante es el capítulo dedicado a la adivinación con velas, a través de la llama (piromancia), por la interpretación de las formas de la cera (ceromancia) o mediante el prendido de algún objeto, generalmente papel (causinomancia).
En cuanto al apartado de "Hechizos y encantos" hay que decir que es muy básico, pero que puede ser útil para quien está empezando. No ofrece hechizos como tales, sino instrucciones para el cuidado, la preparación y el uso mágico de las velas. Tan solo es cuestionable la tabla de correspondencias de los colores con sus intenciones y finalidades, donde siempre es aconsejable guiarse por la propia intuición.
El capítulo de rituales ofrece un repertorio que es más bien de hechizos (los que deberían haberse recogido en el apartado anterior). Podría decirse que se trata de la denominada "magia de cocina": magia muy sencilla, con elementos al alcance de la mano en cualquier casa. Es útil, pero siempre hay que recordar que un hechizo ajeno debe adaptarse a las propias circunstancias y necesidades, personalizándolo tanto como sea necesario.
Por último, dedica un apartado a las velas y el Feng-Shui y otro a las correspondencias con los dioses de distintas mitologías. No soy ninguna experta en ninguna de las dos materias, pero aconsejo comprobar estos datos en fuentes especializadas antes de aplicarlos en ninguna práctica mágica.
Destaca la selección bibliográfica que ofrece el libro al final, ya que permite profundizar en muchos de los aspectos tratados en él.
Como punto negativo debo mencionar la mixtura de elementos de distinta procedencia. Ciertamente, la magia con velas puede ser practicada por cualquier persona independientemente de sus creencias religiosas, de su conocimiento previo sobre la magia o del tiempo que lleve practicando. Pero, por eso mismo, sería más provechoso un enfoque neutro, que deje abierto el uso de las velas a cualquier posibilidad, en lugar de traer a colación a los dioses de distintos panteones, ángeles y arcángeles cristianos, tradiciones orientales... Ya se sabe que el que mucho abarca, poco aprieta y aquí, por intentar abarcarlo todo, la información sobre todos estos elementos es pobre y puede dar pie a confusiones.
En resumen: hay partes aprovechables, muy sencillas en su planteamiento y que pueden ser una guía útil para iniciarse en la magia con velas, mientras que hay otras que es mejor tomar con precaución y contrastar por otros medios.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Luna de nieve
Hoy, 2 de noviembre, celebramos el esbat de la Luna de Nieve. En esta ocasión es muy especial, debido a su cercanía con el sabat de Samhain. Quien no pudiera celebrarlo el día 31 está a tiempo de unir las dos festividades.
Esta luna sería, según el antiguo calendario celta, la primera del invierno y del nuevo año. Es un plenilunio dedicado a las diosas oscuras y que marca la entrada en un periodo de introspección, propicio para la práctica de artes adivinatorias.
Aquí tenéis la información que aparece en la Agenda de las Brujas 2009:
"El Sol languidece y su crecimiento se ralentiza, las energías vitales se asientan en las raíces. En noviembre, mira hacia dentro y deja que el crecimiento interior sea el centro del viaje por el inframundo. Aprende, estudia, refleja y crece. En esta época de duelo y pérdida, deja que te sostenga la quietud del hogar y del corazón, pues a salvo y en familia se encuentra la seguridad de poder cruzar el largo invierno. Mientras exploras la oscuridad, practica la adivinación, ejercita tu intuición y tus dotes psíquicos. La luminosidad interior te ayuda a 'ver' con cleridad en las horas oscuras. Haz los últimos preprativos de cara a la estación fría, poniendo en orden tu vida a fin de poder sostenerte ti misma y cuidar de tus seres amados durante los meses venideros."
Esta luna sería, según el antiguo calendario celta, la primera del invierno y del nuevo año. Es un plenilunio dedicado a las diosas oscuras y que marca la entrada en un periodo de introspección, propicio para la práctica de artes adivinatorias.
Aquí tenéis la información que aparece en la Agenda de las Brujas 2009:
"El Sol languidece y su crecimiento se ralentiza, las energías vitales se asientan en las raíces. En noviembre, mira hacia dentro y deja que el crecimiento interior sea el centro del viaje por el inframundo. Aprende, estudia, refleja y crece. En esta época de duelo y pérdida, deja que te sostenga la quietud del hogar y del corazón, pues a salvo y en familia se encuentra la seguridad de poder cruzar el largo invierno. Mientras exploras la oscuridad, practica la adivinación, ejercita tu intuición y tus dotes psíquicos. La luminosidad interior te ayuda a 'ver' con cleridad en las horas oscuras. Haz los últimos preprativos de cara a la estación fría, poniendo en orden tu vida a fin de poder sostenerte ti misma y cuidar de tus seres amados durante los meses venideros."
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