sábado, 26 de diciembre de 2009

Luna azul

El próximo jueves, 31 de diciembre, tendremos una noche mágica por varios motivos.

En primer lugar, se celebra la Nochevieja según el calendario gregoriano. Algunas costumbres para atraer la buena suerte para el año entrante son llevar algo de ropa roja (no necesariamente la ropa interior), echar algo de oro en la copa de cava antes del brindis, comer una cucharadita de lentejas tras las campanadas para atraer el dinero, etc.

Además de esto, y ahora vamos con lo que nos interesa, la noche del 31 de diciembre se producirá también la luna azul. Se denomina así a la segunda luna llena que se produce en un mismo mes. Generalmente solo hay una cada año, aunque cada cuatro años encontramos dos lunas azules en el periodo de los 12 meses.

La luna azul invita a la espontaneidad y a la improvisación. La magia realizada bajo su influjo es muy poderosa, por lo que también hay que ser precabidos y manejarla con respeto.

Por otra parte, esta luna azul coincide con un eclipse lunar, el último del año.
El plenilunio se alcanzará a las 20:13 y el eclipse lunar se producirá a las 20:22. Tradicionalmente se ha pensado que los eclipses (lunares o solares) no son favorables para la práctica de la magia, ya que debilitan su poder y los conducen al fracaso. Además, los eclipses lunares suelen tener pocos efectos positivos y bastantes efectos negativos. Dan paso a periodos de cambios importantes, rupturas, finalizaciones de clicos y comienzos de ciclos nuevos, pérdidas económicas...

Así pues, la potencialidad mágica de la luna azul se ve contrarrestada por el eclipse lunar. Cada cual sabrá si considera apropiado o no practicar la magia en una noche de eclipse, aunque puestos a hacerlo lo más conveniente sería hacerlo después de que este haya pasado.

Independientemente de la magia, es siempre recomendable protegerse frente a los cambios y trastornos que pueda causarnos el eclipse. Tradicionalmente, la gente se ponía una cinta o listón rojo en la ropa, en el pelo, etc. y las mujeres embarazadas llevaban consigo una llave de cobre, unas tijeras o algún otro objeto metálico. La cinta roja es algo bastante discreto que no llamará demasiado la atención en Nochevieja. También por precaución puede ser conveniente encender una vela blanca que simbolice la luz de la luna, ahora oscurecida, y elevar una plegaria de protección.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Yule, 21 de diciembre de 2009

Ha pasado ya un año y de nuevo se acerca el solsticio de invierno.
En esta ocasión vais a permitir que me ponga un poquito sentimental. Desde el pasado año, Yule tiene un significado especial para esta pagana, ya que fue el primer Sabbat que celebré acompañada. Siempre recordaré con mucho cariño los nervios y la emoción de preparar el ritual con mi buena amiga Isislun, ahora como una hermana.
Por esto para mí Yule es una celebración que hay que compartir con los seres queridos, buscando el calor de la gente en estos días tan fríos y recordándoles lo que significan para nosotros.

Yule señala la muerte y renacimiento del dios sol. El dios del acebo (dios del año menguante) es expulsado por el rey del roble (dios del año creciente). La diosa se presenta en su aspecto de vida en la muerte, pues aunque en este periodo es la reina de la oscuridad, será ahora cuando alumbre al Dios, que volverá posteriormente a traer la luz y el calor a su reino.

En muchos lugares es costumbre dejar farolillos o velas ardiendo toda la noche en la víspera del solsticio, como forma de dar la bienvenida a la luz.
(Adaptado de La Bibilia de las Brujas, deJanet y Stewart Farrar).

Para más información sobre la celebración de Yule os remito a la entrada del año pasado: